Bootstrap Framework 3.3.6

Buenas noches.
Gracias por haber generado este espacio para los pulsos ya que me desvelan.
Solamente he tenido oportunidad de operar uno muy pequeño en modelo U control de un amigo, pero mi gran meta es construir uno para experimentar,
Tengo a mi disposicion un taller de escapes de automotor y quisiera saber si estos materiales soportan las presiones poe ejemplo de un valveless.
Agradecere cualquier dato y/o plano.

gcatalan@ta.telecom.com.ar

Manolo, estoy a tu disposición por aquí y por mi mail publicado.

hola, yo soy dueño de una fabrica de caños de escapes para automoviles, tu tambien??. tienes maquina de doblar caños??, casi todos mis pulsos han salido de alli, el mejor de todos los que tengo es el valvueless GM, CONSTRUIDO CON UN CATALIZADOR DE UN AUTOMOVIL, y caños calculados al milimetro, este cuesta 50 euros, no necesitas compresor para arrancarlo y tampoco necesitas bujia, de bujia se utiliza un juego pirotecnico que yo lo envio con 12 unidades y de aire soplas por un cañito y arranca muy facil, utiliza gas propano.
fijate aqui:viewtopic.php?t=17166
ese es uno muy pequeño, el que se ve en la bici solo empuja 2kg, el que vendo en 50 euros 5 kg.

FRANCISCO COOREMAN

Francisco, lo de fábrica me queda muy grande. En realidad tengo un taller mecánico que antes de alquilarlo se utilizaba como un taller de reparaciones de escapes.
Están las cilindradoras y las dobladoras que utilizo cada tanto y mi afán es realizarlo yo mismo.
Te prometo que si fracaso varias veces te compro uno.
No quiero incomodarte con ninguna consulta que afecte tu actividad pero como vi que tenías bastante experiencia, ahí fué mi curiosidad.
Tengo chapa de 1 mm y además algunos caños de esa chapa por 40 mm de diametro.
Quizá con eso pueda hacer un poco de ruido y soplar algo de tierra, con eso me conformo en principio.
Gracias por tu respuesta.

NO VAS A FRACASAR PORQUE YO TE VOY A DAR LAS MEDIDAS Y LO UNICO QUE DEBES HACER ES CORTAR Y SOLDAR, ESCRIBEME A MI MAIL Y TE LAS DIGO. SOLO GASTARAS 10 O 15 EUROS ES TUBOS REDONDOS.

FRANCISCO COOREMAN