- Lun, 28 Jun 2010 14:33
#960464
Muy buenas Juan y Jorge.
No te desanimes Juan, que no me olvido, lo que ocurre es que estoy liadísimo, más que antes, con ésto de la patrulla y no me paso casi por el Foro mas que para anunciar mi invendible (no invencible) Yak-54.
Muy interesantes tus posts. Son, precisamente, los que más me gustan, pues de esta manera se ejercitan cuestiones que se atendieron en el pasado. Como explica Jorge, cuando se cruza el chucklunk -como dicen los gringos ("green" soldier "go"es to...) se siguen ortodrómicas, pues siguiendo loxodrómicas exclusivamente el desvío sería considerable. Cuando volaba el DC-8 desde Madrid a Miami y otros destinos, pero éste más, a veces no nos autorizaban a seguir los tracks como todo hijo de vecino, pues nuestros aviones no incorporaban, hasta bien entrada la fecha de cumplimiento de la normativa TCAS (Traffic Collision Avoiding System), estos equipos de aviso de colisión con otros tráficos. De forma que no podíamos penetrar en el espacio aéreo RVSM (Reduced Vertical Separation Mínima) y, por lo tanto, no podíamos ascender a más del nivel de vuelo FL280. Así que debíamos seguir las rutas que nosotros proponíamos a control de tráfico aéreo bajo unas condiciones, entre ellas la de hacer esos reportes de posición cada hora aproximadamente, coincidiendo con Jorge. Para ello bastaba, sencillamente, hacer coincidir los waypoints cada grado de longitud. Así, como cada grado son 60 minutos y cada minuto en un arco de círculo máximo es una milla, solo había que multiplicar las 60 millas por el coseno de la latitud a la que se iba a navegar, dando como resultado un valor próximo a 450 cuando volábamos a América desde la Península. Precisamente, 450 son de media los nudos a los que vuelan la mayoría de los reactores modernos, siendo una hora el tiempo que se tardaba en recorrer ese grado de longitud.
En cuanto a los ETOPS (Extended Time OPerationS), solo es (¿o era, Jorge?) aplicable a los aviones bimotores, pues los aviones con tres motores o más no requerían de esta calificación. De hecho, la compañía en la que yo trabajaba estuvo a punto de sustituir los DC-8 por A-300, pero no se decidieron no solo por el mayor coste de mantenimiento, sino porque la DGAC no les iba a dar la susodicha calificación, pues ésta se otorga a compañías con una cierta experiencia como a Iberia, Spanair o Air Europa (politiqueo a parte). No solo bastaba que el avión fuera nuevo y que la compañía y los pilotos cumplieran con los requisitos mínimos. De esta manera, si ahora quiesiéramos constituir una compañía que cruzara el charco, de cara a la AESA y DGAC más nos valdría adquirir aviones trimotores como mínimo.
Antes los aviones incorporaban sistemas completamente autónomos de navegación inercial, pero el elevado coste de mantenimiento de esos aparatos ha hecho que se sustituyan por GPS. A veces la señal GPS se va al garete y el avión se queda con la mitad del sistema de navegación que posee. El CRJ, además el sistema GPS, constantemente calcula la posición del avión con siete radioayudas -como máximo- tradicionales, ADF y VOR. La posición la obtiene automáticamente triangulando la dirección relativa a esas radioayudas. Los pilotos vamos comprobando como lo hace automáticamente al ver como cambian en los paneles de radio la sintonización de esas radioayudas. Alucinante. Con la recepción de la señal GPS, si la diferencia de posición calculada de la triangulación de las radioayudas y la proporcionada por el GPS difiere en más de ¡0,1 milla!, aparece un mensaje de alerta.
En fin, interesante tema. Enhorabuena a los dos.
Un abrazo.
Pepe.
¡Al ejercicio, esto no es Bambi!